A trescientas millas de allí, en la habitación grande, cuadrada y sin ventanas que servía de control de misión para el proyecto "Scoop", el teniente Edgar Comroe descansaba los pies sobre una mesa, teniendo ante si una pila de artículos de periódicos científicos; Comroe estaba de guardia esa noche como oficial de control; era un servicio que tenía que prestar una vez al mes, dirigiendo las operaciones nocturnas del reducido equipo de doce personas, esa noche, el equipo seguía la marcha de la furgoneta con el nombre clave "Corsario Primero" y en estos momento estaban en el desierto de Arizona.
Comroe aprovechava la ocasión para ponerse al dia en materia de lecturas. Esta noche Comroe estaba repasando un artículo de periódico, era una prosa que le obligaba a leer despacio, y no le parecería demasiado interesante. De modo que se dejo interrumpir de muy buena gana por el altavoz de encima de su cabeza, que traía las transmisiones orales de la furgoneta de Shaw y Crane, dio la señal de comunicar. Shaw decía:
"Habla Corsario Primero a Vandalo Deca. Corsario Primero a Vandalo Deca. Nos escuchan? cambio."
Comroe sintiendose de buen humor contesto que en efecto escuchaba.
"Estamos a punto de entrar a Piedmont a recoger el satélite"
--Muy bien Corsario Primero. Deje la radio abierta.
"De Acuerdo."
Era esta una norma de la tecnica de recuperaciones, Comroe sabía que las conversaciones entre furgoneta y base quedaban grabadas en una cinta , y mas tarde formaban parte permanente del archivo de el proyecto, pero nunca se le ocurrió ninguna razón de peso para este proceder. La pura verdad era que siempre se le antojó una maniobra muy secilla: la furgoneta salía, recogía la capsula y regresaba.
Por Consiguiente, se encogió en hombros y se enfrascó de nuevo a leer el artículo de presiones de gas, sin oir mas nada que a Shaw decir:
"Ahora estamos dentro del pueblo. Acabamos de dejar atras una estación de servicion y un motel. Todo esta tranquilo. No se ve señal alguna de vida. Las señales del satélite llegan mas fuertes, media manzana mas adelante hay una iglesia. No se ven luces, ni actividad de ninguna clase."
Comroe dejo el periódico y se puso a escuchar, oía el ronroneo del motor de la furgoneta, y las voces de los dos hombres que hablaban por lo bajo:
Shaw: Mucha quietud por aqui.
Crane: Si, señor.
Hubo una pausa
Crane: Señor¡
Shaw: Que?
Crane: No ha visto aquello?
Shaw: El que?
Crane: Allá detras, en la acera. Parecía un cuerpo humano.
Shaw: Estas viendo visiones.
Otra pausa, pero Comroe escucho que la furgoneta paró con un chirriar de frenos.
Shaw: Dios Mio¡
Crane: Es otro, señor.
Shaw: Parece muerto.
Crane: Bajo?
Shaw: No. Quedate en la furgoneta.
"Habla Corsario Primero a Vandalo Deca. Cambio.
--Le escucho que ha pasado?
"Señor vemos cuerpos humanos. A montones. Parecen muertos."
--Estan seguros?, Corsario Primero.
"Por el amor de Dios¡. Claro que estamos seguros¡"
--Sigan hacia la capsula corsario primero.
Los otros doce componentes del personal le estaban mirando fijamente, con ojos inexpresivos, sin ver. Escuchaban la transmición. Comroe bajó los pies de la mesa y apreto el boton que decia "seguridad" y que aislaba automaticamente la sala de control de mision, nadie salia ni entraba sin su permiso.
Tomo el teléfono y dijo:
- Pongame en contacto con el mayor Mancheck. Aguardo.
Mientras aguardaba, Comroe sujetó el receptor entre la barbilla y el hombro, y encendió un cigarro. Por el altavoz se escuchaba la voz de Shaw diciendo:
"A ti te parecen muertos Crane?"
Crane: Si señor, con un aire muy pacífico, pero muertos.
Shaw: En cierto modo no parecen realmente muertos. Falta una cosa. Es una cosa curiosa...pero los hay por todas partes. Han de ser varias docenas.
Crane: Como si hubieran tropezado y caido muertos.
Shaw: Por las calles, por las aceras.
Otro silencio; luego, Crane:
"Señor¡"
Shaw: Dios Mio¡
Crane: Le ve usted?. Al hombre de la bata blanca, cruzando la calle.
Shaw: Si le veo.
Crane: Salta sobre ellos como si..
Shaw: Viene hacia nosotros.
Crane: Señor mire, creo que deberíamos irnos de aqui, si usted permite que..
El sonido que vino luego fué un alarido agudo y una especie de chirrido. La transmición terminó en este punto y la base no pudo volver a establecer la transmición con los dos hombres.